10 July 2007

Calida Fornia

En Vizcaíno, una familia sedentaria con un pasado sin raíces mas alla de una diáspora habita las entrañas del polvo; le rodea al norte un santuario de cirios, al oeste el ballenero, al sur un legado de 10,000 años, y al este un mar sin oleaje. En donde ha hervido antes la tierra ahí nace la higuera, naranjales con ombligo, granadas y membrillos. Lo que fuera un cálido infierno en épocas de dragones, hoy es una isla fértil unida al continente por una frontera invisible.

Serafín había perdido la vista a sus 40 años, desde entonces su basto y la huella se convierten en una casualidad que le fortalece en las tinieblas. Sus tertulias van guiadas por el credo, por un acento hebraico a veces se le confunde con Moises y levanta una plegaria con sus brazos extendidos como ramas. Sus ojos inservibles entonces lloran, se consuela Borgesino con la armonía y derrocha alegria a traves de su dolor mediante una alquimia jamas imaginada. Un creador que pierde la vista tras una inundación de sangre, el hilito que se convirtió en la última imagen que sus ojos grabaran en su mente. Desde entonces la vida es un mito para Serafin, el muere bajo la biznaga, escurriendo sequedad en su diabetes.

Esperpento en Flor

Es más fácil contar el paso a una liebre que no concebir un Plá díscolo con ese rostro de dios gorgojo retozando en la harina pan de cada día. Su madre, una heroína en tiempos de Ley Seca quien le haya ofrecido una nariz y un contorno inconfundibles. Plá también conoció ese Golgota de los contrariados, el de la jeringuilla y la papelina, el del canuto y el mono, destino inefable de poeta sin traza. Quizás no sea la mejor melodía, sin embargo para que se enamoren aquí una bachita de Albert Pla.

07 July 2007

Una realidad contradicha: prohibido arrojar cadáveres

Víctor Gaviria es a mi parecer un agudo representante del cine colombiano, con todo como ha sido odiado, venerado y despreciado por la clase conservadora y liberal por considerarlo una afrenta al nacionalismo, sin embargo, Víctor Gaviria no celebra el narcopoder, ni el crimen, sino todo lo contrario, denuncia la realidad de violencia y pugnas paramilitares de su Colombia.

En el contexto de “La vendedora de rosas”, Medellín se posicionaba como la ciudad más violenta del mundo, llena de contrastes y plenamente desigual, ciudad bella y fea, festival de flores, metro cable a las alturas.

En “Sumas y Restas”, los medellinos ambiciosos clasemedieros buscan la fortuna a través del hambre de billetes, contrario a “La vendedora de rosas”, donde los protagonistas, actores no profesionales, son niños que se consuelan con el sacol y hacen fiesta con unos cuantos pesos colombianos. "La vendedora de rosas" no es propia de Colombia, tampoco "Sumas y Restas" que a más del 25% de los hermosillenses (dato manejado por conocedores locales de la cocaína) les parecerá cercano lo que en ella ven.

¿Puede una película definir un nacionalismo? la diferencia entre el caso colombiano y el caso mexicano es sideral si se compara con los clásicos de Pedro Infante que tanto se discutió como modelo del charrismo en México y que incluso en conversaciones de mesa se proclama como modelo de hombres rudos y mandilones, ingenuos y patéticamente proveedores, que veneran a la madre como ningún otro ser y anteponen el honor ante cualquier cosa.

La realidad del narcotráfico en México, también ha llegado a lo estrafalario como en Colombia en los años de Pablo Escobar tal como lo dice Oscar Escamilla en “Narcoextravagancias”, la sed de sangre y venganza llega a tales grados que madres, esposas, hijos, hijas, abuelos y vecinos pueden llegar a ser aniquilados en medio respiro de la manera más cruenta por causa de hijos pródigos en su mayoría varones que se la rifan como capos o huestes de la mafia. Y sin embargo, el narcotráfico, es funcional y de alto costo para muchos que renuncian a la miseria en un país afligido.

Recomiendo ambas películas. Pronto una entrada dedicada a Leidy Tabares protagonista de “La Vendedora de Rosas”. http://www.elcolombiano.com/proyectos/serieselcolombiano/fotos/conflicto_urbano/Memorias/10A6.PDF

06 July 2007

Laudano Paja

Así como dicen que Castro está vivo gracias a su sexto sentido -un don Caribe o una casualidad domesticada-, así se van formando las creencias, profecías y metarelatos. Toda profecía por lo tanto es autocumplidora de alguna manera, así en las conversaciones cotidianas como en los oráculos. El sentido del mantra y el anticipo de la muerte son dos ejemplos de ello. Entonces, una conversación comienza en la mentira y termina en la verdad.
Es como creer en todos los dioses.

05 July 2007

Cioran y Lazarescu

La Muerte del Señor Lazarescu es una película Rumana que no es muy ajena a la realidad mexicana.
Bajo un humor caustico propio del cine Rumano, Cristi Puiu nos presenta a Lazarescu Dante Remus, un Don que es abusado por mercenarios con estetoscopios cuya violencia está determinada por el poder simbólico que les ha otorgado la bata, la materia y una fe ciega.
-“No, si los mediquitos son todo un casito”- Un final sin final.
Los “Pacientes” -también llamados clientes- al igual que Lazarescu, en México son víctimas, una situación inextricable en países mancillados, uno por la guerra y el otro por la rapiña.
Ir a un hospital en México, inspira un silogismo de amargura, una amargura a la que somos condescendientes, un pensamiento estrangulado: “Lo que corresponde a quien se ha rebelado demasiado es no tener ya energía más que para la decepción” (Emile Cioran)
Qué mas le queda al espectador despues de la inevitable risa ante la infamia?
A continuacion el trailer.

02 July 2007

Una temporada en el infierno o el arte de matar

Matar nunca ha sido un arte, sin embargo, las estrategias de matar muchas veces son consideradas por el final que conllevan. Mientras el ajedrez remite nuestro más inteligente deseo de aniquilación frente al contrincante, una idea como estocada perfora entre las costillas al fiel oponente a través de una daga o un fusil, esto es considerado un sinónimo de inteligencia, cuando el ritmo del silencio marca el movimiento del alfil; tambien suele confundirse un burdo impulso con una decisión; olvidamos ese agujero negro que devora incluso la voluntad y no en balde forma parte de nuestra existencia.
He dejado atrás una temporada en el infierno, me ha costado 32 días desde que Belzebu se apoderó de mi almohada robandome con ello el sueño más machacón. Pude parecer un aprendiz de supersticioso para cada cuadratura de rutina o hecho insólito del que formaba parte en mis aciagos días, terminé buscando lo que no existe más hasta llegar al enajenamiento y la iluminacion…