Bicidriver: Bussy, Bussy

07 June 2007

Bussy, Bussy

Toshiro Mifune sobrino del Butho, danza japonesa subversiva, gesto indómito que se refleja en el espejo… uno de los influyentes de Bicidriver en el contexto de una fría paz de Suntran, de Netflix y miss Saigón… sin Toshiro no hay Kurosawa

2 comments:

Anonymous said...: Existe una investigacion muy interesante sobre la aparicion de actores y actrices asiaticas en el cine estadounidense, no me sorprende el dato, pero es importante compartirlo: en Hollywood la cantidad de aliens que figuran en la pantalla es mas numerosa que la cantidad de personas asiaticas que nos dejan ver. Dicen que Toshiro, actor de roble para quien su cuerpo fue el unico escenario, sucumbio, en sus ultimos años, al anonimato del cine chafa de Europa y Norteamerica, quienes no supieron apreciar su gesto indomito, salvaje y viceral nacido en las entrañas, es decir, en el butho, el ombligo emocional de la existencia. Bici, me has conmovido, y coincido, con esa encantadora frase: "Sin Toshiro no hay Kurosawa". Cuando tengo fantasias sexuales tematicas, elijo sin duda a Toshiro como el samurai mas estimulante. Respetuosos saludos, Baloba.; June 9, 2007 at 11:19 AM
Carlos Mal said...: Yo me parezco dos tres a Mifune, y eso me da mucho orgullo.; July 7, 2007 at 5:53 PM

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Las Hijas del Sol - Niño Africano

La música estaba sonando y centelleante la luz me llegaba la sonrisa de un niño europeo me hizo ver la tristeza del niño africano La música estaba sonando y centelleante la luz me llegaba la sonrisa de un niño europeo me hizo ver la tristeza del niño africano Africa, Africa, Africa, Africa ¿Qué hay de nuestro dios? ¿Qué hay de sus promesas? ¿Dónde está su ley, Dónde la esperanza? ¿Qué hay de tu dolor? ¿Que hay de sus promesas? ¿Dónde tu bondad Señor ¿Dónde la esperanza? Pídele, pídele, pídele, pídele... Africa, Africa, de lo más alto Africa, Africa, por tus hermanos Africa, Africa, de lo más alto Africa, Africa, oh madre Africa, Africa, por mis amigos Africa, Africa, por tu orgullo Africa, Africa... Africa, Africa Yo quisiera ayudarte y voy andando para allá con mis manos tan lejos, por eso canto por ti, para que nadie al escuchar mi voz pueda olvidar a esos niños cuya sonrisa hace tiempo se perdió Sonando la música estaba y centelleante la luz me llegaba la sonrisa de un niño europeo me hizo ver la tristeza del niño africano Sonando la música estaba y centelleante la luz me llegaba la sonrisa de un niño europeo me hizo ver la tristeza del niño africano La orquesta tocaba y tocaba y las parejas bailaban, bailaban Sonando la música estaba...

Lars Von Trier - Antichrist

Palpitación, sudoración, aceleración del pulso, naúseas. Eso es el pánico. El sofoco que provoca Antichrist bien valen unos instantes sentado en un banco conteniendo la respiración, pausada a poder ser, antes de que se vuelvan a agolpar en la mente como si fueran diapositivas las imágenes que hemos presenciado. Las guiños en algunos aspectos hacia El resplandor del genial Stanley Kubrick no hacen mas que alimentar la tensión para alcanzar el clímax. Allá por el año 1980 él fue quien creó un personaje turbio abocado a la enajenación. En este caso, Lars Von Trier se basa en ese sufrimiento interior para crear otra abominación; El anticristo. Empezamos con un epílogo de bellísima factura, fotografía cuidada acompañada de música clásica para contrastar las duras secuencias que visionamos, al igual que ensalza la mezcla del blanco y negro con el color. Desde el principio quedan claras las intenciones del director Danés Lars Von Trier, un provocador nato que en esta ocasión se adentra en el perturbador universo de la mente. Para ello se vale de un terapeuta, Willem Dafoe, que debe adentrarse en la quebrada cabeza de su pareja Charlotte Gainsbourg, del mismo modo que se enfrenta a sus propios fantasmas. Ese viaje subterráneo nos llevará a traves de 3 capítulos: el duelo, el dolor y la desesperación. Fases con las que habrá que enfrentarse si lo que se busca es salir del caos. La tristeza es un sentimiento que también se puede catalogar como enfermedad. Una sensación fuera de toda lógica matemática y empírica que nos hace vulnerables. Es ahí donde Lars Von Trier campa a sus anchas, enseñando con desparpajo todo su potencial visual a merced de los miedos más palpables. El dolor, la desesperanza, la tristeza. La llegada de los tres mendigos vaticinan malos presagios cargados de una maldad con increíble voracidad. Sea buscado o no, se puede plantear la aparición de las bestias en una asociación de ideas. El zorro, el cuervo, el ciervo. La suma de ellos forman un todo que junto con nuestro cerebro es capaz de interpretar nuestra naturaleza. Una pirámide en la que catalogar sus miedos de menor a mayor. Es la terapia con la que Willem Dafoe intenta volcar sus conocimientos para extirpar el mal que lleva dentro Charlotte Gainsbourg. Un mal que bien podría catalogarse como el anticristo, principal exponente de la lucha entre el bien y el mal. Es el bosque quien manda y engulle la esperanza, un escenario siniestro cargado de culpa que proviene del pasado e irrumpe en el presente. Charlotte Gainsbourg obtuvo el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes 2009 por este trabajo aunque su personaje sea difícil de digerir. Cuando la tristeza, el pánico y la locura se mezclan entre sí, el resultado es un cóctel explosivo. Por eso, veremos una actriz en estado de gracia consiguiendo que el espectador se adentre en su delirio.

07 June 2007

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